En los tiempos de la antigüedad la gracia o el castigo se dejaban frecuentemente al azar. Así, éste es el caso de un reo al que un sultán decidió que se salvase o muriese sacando al azar una papeleta de entre dos posibles: una con la sentencia «muerte», la otra con la palabra «vida», indicando gracia. Lo malo es que el Gran Visir, que deseaba que el acusado muriese, hizo que en las dos papeletas se escribiese la palabra «muerte». ¿Cómo se las arregló el reo, enterado de la trama del Gran Visir, para estar seguro de salvarse? Al reo no le estaba permitido hablar y descubrir así el enredo del Visir.
El condenado a muerte

Milton dice:
¿Por que se dio esta respuesta?
jambuling dice:
Como la papeleta que quedaba decía «muerte», la conclusión lógica era que la papeleta que el reo se había tragado debía decir «vida». Así, de una manera inteligente y sin necesidad de hablar, el reo se aseguró de ser liberado, ya que no había forma de demostrar lo contrario. Logró burlar la trampa del Gran Visir y salvarse.